Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Instruye al Niño – Domingo 30 de Abril

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Una de las preocupaciones más grandes de la sociedad a través de la historia es la formación de los niños. Los griegos fueron expertos en educar a los niños para convertirlos en lo guerreros que harían posible la subsistencia de su nación. Desde pequeños, a los niños se les separaba de su familia y se entregaban al cuidado de la nación para hacer de ellos lo que se quería que fueran. En tanto que el niño no se convertía en “hombre” su valor era nulo, incluso en algunas sociedades el infanticidio fue una práctica regular, aceptada por la autoridad.

¿Qué diferencia aporta la Biblia al tema del valor infantil y a la educación de los niños? En el Salmo 127:3 señala que los hijos son una bendición y apoyo que Jehová nos da y por eso debemos cuidarlos y educarlos. El texto clave que se usa para señalar este proceso es Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”

Probablemente llevados por el deseo de enfatizar la necesidad de la educación cristiana y espiritual de los infantes se ha mal interpretado el texto interpretando que a los niños se les debe instruir en las enseñanzas bíblicas, para que cuando estos niños crezcan permanezcan en la fe y nunca se aparten de ella. Sin embargo esta no es la idea del Proverbio. Por principio de cuentas, los proverbios no son promesas, son lo que nosotros acostumbramos en llamar “refranes” que encierran la sabiduría popular en una frase fácil de recordar. Así que no es aconsejable considerarlos como una regla irrefutable de la vida, sino como una verdad que se cumplirá dependiendo de múltiples factores.

El Dr. Sid S. Buzzell, maestro de Educación Cristiana escribió: “Sin embargo, algunos padres han tratado de seguir esta directriz sin obtener resultados. Sus hijos se han apartado de la instrucción piadosa que les dieron. Eso ilustra la naturaleza de un “proverbio”. Es un recurso literario por medio del cual se establece una verdad general aplicada a una situación específica. Muchos de los proverbios no son garantías absolutas, pues expresan verdades que necesariamente están condicionadas por las circunstancias que las rodean.” (El conocimiento bíblico, UCEAT, 4, p. 325).

La idea del Proverbios 22:6 es que al instruir a un niño, lo que los padres debemos hacer es ayudarlo a descubrir cuáles son fortalezas y debilidades para formar su carácter y su vocación, que en proverbios se llama “su camino”.

Si hacemos esto, sin duda cuando nuestros hijos crezcan podrán andar su camino, sabedores de quienes son y para qué están aquí y vivan de acuerdo con esto, que es a los que se refiere la frase “no se apartará de él”.

Una palabra final, esto no significa que descuidemos el educar a nuestros hijos en el temor del Señor. Recordemos que la idea básica del libro de Proverbios es la sabiduría que nace “del temor del Señor”.

Así que fundados en una fe genuina debemos pasar esa fe a nuestros hijos, en la confianza que Dios a su tiempo dará su fruto, tal como lo hicieron Loyda y Eunice con Timoteo.

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Categories: El Vocero