Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Consejos para Pedir Prestado

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Juan tenía 42 años, era comerciante desde los 14 años. Su papá había muerto cuando él tenía tan sólo 7 años y sus hermanos le enseñaron a salir adelante a través de la compra y venta de mercancía. Al cabo de los años Juan se casó, tuvo dos hijos y no tenía problemas de deudas hasta que le empezó a ir mal en su negocio, las ventas bajaron y su esposa enfermó.

Estoy segura que todos hemos vivido una situación parecida, ya sea como hombres o mujeres, alguna vez hemos tenido la necesidad de pedir prestado.

La palabra de Dios nos dice en proverbios 22:26-27
26 No te comprometas a garantizar la deuda de otro
ni seas fiador de nadie.
27 Si no puedes pagar,
te quitarán hasta la cama en la que duermes. (NTV)

El Dr. Andrés Panasiuk en su libro ¿Cómo salgo de mis deudas? Menciona un dicho del Dr. Larry Burkett que dice: “No seas de aquellos que se comprometen…si luego no tienes con qué pagar…” El comenta que “la idea principal es que cada vez que uno se compromete económicamente debe hacerlo solamente si tiene una forma segur de pagar la deuda”.
A continuación, les mencionaré los consejos que en este libro, el Dr. Panasiuk, nos menciona para pedir prestado:

Pide prestado si el valor de tu activo, es mayor que el de tu pasivo, es decir, “en tiempo de las vacas flacas o de un imprevisto, debes tener con qué pagar el adeudo que pediste prestado. Por ejemplo: cuando compres un auto a crédito trata de dar la mayor cantidad de dinero en el enganche para que en una necesidad, la venta del vehículo, puedan liquidar el adeudo”.

Entonces, en el caso de Juan, él sólo debía pedir prestado en caso de que tuviera algo que vender después, con un valor mayor al del préstamo.

La historia que les conté de Juan, no termina ahí. Antes de que el papá muriera decide hipotecar su casa para invertir una cantidad considerable en su negocio. La mamá de Juan, era ama de casa y cuando su esposo murió, el hijo mayor, tenía tan sólo 15 años y ninguno de los dos se habían involucrado antes en el negocio, por lo que al morir, no les quedó, ni negocio, ni casa.

La palabra de Dios en el libro de Proverbios 27:1 dice:

“No te jactes del mañana,
ya que no sabes lo que el día traerá”. (NTV)

En el mismo libro, el autor nos menciona un segundo consejo:

“Pide prestado si tienes la certeza de poder pagar. Cada vez que hagas un compromiso económico en el presente, debería de estar basado en ganancias pasadas y no en ganancias futuras”. Como el ejemplo del auto.

Definitivamente, el papá no debía haber puesto en riesgo el patrimonio de su familia, sabiendo que el préstamo era mucho mayor al valor de la casa y del negocio, juntos.

Ninguno quisiera estar en los zapatos de la mamá de Juan y seguramente ni en los de Juan. No seamos necios en nuestro propio entendimiento, es importante que pongamos atención en las enseñanzas que nos da la palabra y que podemos aplicar a nuestra vida diaria HOY para evitarnos muchas penas, mañana.

¡Trabaja, Ahorra y aprende a Invertir!

 

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