Iglesia Bíblica Torre Fuerte

¿Necesidad o Deseo?

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Cuando mi hijo empezó a crecer, mi esposo y yo notamos que los regalos que le hacíamos ya no eran de su total agrado. Primero, nos ponía algunas objeciones con la marca del celular, luego con la marca de los tenis, después, con la de la ropa… wow, en verdad llegamos a sentirnos mal por lo anticuados y “fuera de onda” que a su parecer estábamos siendo. Recuerdo que cuando fuimos a comprar unos tenis blancos que le habían pedido en la escuela para deportes, lo llevamos a ver algunos modelos y de 20 pares que vimos, sin exagerar, ninguno le gustó.

Después de caminar por varias cuadras del centro de la ciudad, llegamos a una tienda especializada en tenis para todo tipo de actividades deportivas y nunca voy a olvidar la cara de mi hijo, al ver un par de tenis MORADOS con agujetas VERDES FOSFORESCENTES, parecía que todo su ser había encontrado algo grandioso que era nuevo en el planeta. Después, veo la expresión de mi esposo y muy emocionado, se da cuenta de que no eran los zapatos blancos que él necesitaba y al ver el precio de los tenis, su cara empezó a reflejar el color de los tenis, morado con verde. No podía parar de reír. Ese fue un gran ejemplo para todos, él deseaba esos tenis pero no era lo que necesitaba. Económicamente hablando, el precio de los tenis superaba en un 300 por ciento nuestro presupuesto y por obvias razones, él se los tuvo que comprar con sus ahorros.

El Dr. Andrés Panasiuk en su libro “Una esperanza y un futuro”, le habla a los jóvenes acerca de la trampa en la que pueden caer cuando no diferencian entre un deseo y una necesidad.

Él les enseña algunas trampas en las que pueden caer, por ejemplo:

  1. Comprar cosas que no necesitas: Tus ahorros o el salario de tu primer trabajo se esfuman cuando crees que “mereces darte un gusto”. Él menciona que ”no es malo, si los gustos no se acumulan y si tienes el efectivo para hacer las compras”.
  2. Comprar a la voluntad de Dios: El Dr. Panasiuk sugiere que “consideres tus compras a la luz del verdadero Dueño de tu dinero y te preguntes ¿Cómo gastaría ese dinero Jesús? ¿Cómo quisiera Dios que inviertas los recursos que él está poniendo en tus manos”
  3. No dejarse llevar por los amigos: “El sugiere resistir a las los medios publicitarios o agencias de mercadeo que te quieren vender lo último de la moda”

La palabra de Dios nos dice en proverbios 21:20 “Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que consiguen” (NTV).

Enseñemos a nuestros hijos a trabajar, ahorrar y a invertir sabiamente de acuerdo a la Palabra de Dios; a poner su confianza en Dios y no en las marcas que vistan; a identificar un deseo de una necesidad; a entender que es administrador y no dueño; a contentarse (nunca a conformarse) en cualquier situación económica en la que se encuentre; a depender de Dios a pesar de todo.

 

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