Luto en Brasil
Posted on 5 December, 2016 by René Zapata 1 comment
Ésta es una noticia que conmovió al mundo entero. Un equipo de fútbol Brasileño, el Chapecoense, fue víctima de una tragedia aérea en el Cerro Gordo cerca de Medellín.
En el avión iban 76 pasajeros y 9 tripulantes que experimentaron un accidente que dejó 72 muertos, incluyendo 6 periodistas de Fox Sports, y de los cuales solamente 48 restos han sido recuperados por los rescatistas de Colombia.
El equipo iba a cumplir un sueño que quedó truncado.
Ésta semana iban a jugar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional de Colombia…y no llegaron. El equipo Colombiano ha pedido que el trofeo se le entregue al equipo Brasileño como si hubieran jugado y ganado. El país ha declarado 3 días de duelo por la dolorosa tragedia y pérdida de sus jugadores.
Aunque esto ha sucedido anteriormente con aviones en donde viajaban equipos completos de deportistas, la noticia no deja de ser impactante y dolorosa. Se podrán encontrar los posibles errores que causaron la tragedia, pero la pérdida es irreparable. Se ha experimentado la muerte por ataques terroristas, pero esta vez no ha sido resultado de venganza, odio o ambición.
Es nuevamente una advertencia divina para recordarnos que nosotros no somos dueños de nuestra vida y que ella puede ser truncada cuando Dios así lo determine. La Biblia dice en Hebreos 9:27, “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” El pecado nos ha separado de Dios y estamos expuestos al castigo eterno que es la muerte segunda. Una es física y la segunda es espiritual. El que ha nacido dos veces ( Juan 3:3-5) sólo experimentará una muerte física, pero el que sólo ha nacido una vez le esperan dos muertes, la física y la espiritual.
El que no ha “nacido de nuevo” no podrá ver ni entrar al Reino de Dios.
¿Está usted listo para el encuentro con su Dios? La muerte puede visitarnos cuando menos lo esperamos. El día y la hora, sólo Dios los conoce. Puede ser hoy, mañana, dentro de un año, veinte años o cincuenta. Lo importante es que usted esté preparado para ese encuentro inevitable.