Fidel Castro Ha Muerto

  Posted on 1 December, 2016  by René Zapata  No comments

A los 90 años de edad, el líder histórico de la Revolución Cubana falleció el viernes 25 de noviembre del 2016 a las 10:29 de la noche.

Su hermano, Raúl Castro, actual Presidente, dio la conmovedora noticia a los habitantes de la Isla y al mundo entero. Políticamente es el símbolo del fin de una era, pues cierra 60 años de historia desde 1959 cuando desembarcó en Cuba hasta 2016, fecha final de la existencia de una de las principales figuras del Siglo XX.
La Comisión organizadora de los funerales ha dispuesto 9 días de luto nacional recordado por la bandera que hondeará a media asta durante ese tiempo. Sus restos fueron cremados, como fue su deseo, en las primeras horas del sábado 26.

Los mensajes de condolencia no se han dejado esperar y los mandatarios de muchos países han expresado su pésame a la familia y al pueblo cubano. Su muerte ha despertado variadas reacciones y opiniones y con expectación se esperan los cambios que vendrán, ahora que se han abierto las puertas al turismo y al comercio internacional, los cuales habían estado dormidos por tanto tiempo.

Las palabras finales de la noticia fueron: “Hasta siempre Comandante.”

Es interesante ver cómo la muerte de un hombre ha dividido los sentimientos de los cubanos, pues mientras unos están de duelo otros están de fiesta. Miles de los que tuvieron que huir a otros países, especialmente a los Estados Unidos, festejan el final de una dictadura y esperan poder retornar o visitar a seres queridos que habían quedado envueltos en el conformismo y desesperanza. La muerte del Comandante Castro ha tenido un efecto terrenal y temporal y se ha limitado a los ciudadanos de un solo país.
Su efecto jamás podrá compararse con la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Él murió para dar vida eterna a todos los que le reciben como Salvador y Señor. Esta salvación no se limita a una nación ni a una etnia, es para todos. “Y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las puede arrebatar de mi mano”. (Juan 10:28) “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…” (Romanos 8:1) “Porque esto es bueno delante de Dios nuestro Salvador el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (I Timoteo 2:3-4)

El Comandante Castro nunca pudo ofrecer ni prometer salvación y perdón de pecados por medio de su muerte. Él pudo establecer una política diferente a la democracia y marcar una era de aparente prosperidad, pero jamás pudo prometer una vida eterna libre de condenación, enfermedad, dolor, tristeza y muerte. “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (I Corintios 15:22) “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12)