Para los Amantes del Deporte
Posted on 4 July, 2016 by René Zapata 1 comment
El sábado pasado, 2 de julio, Alemania derrotó en Burdeos a su histórico rival, Italia. por 6 – 5 en la tanda de penales en los cuartos de final de la Copa Europa Francia 2016. El partido fue de garra, y tuvo en suspenso a millones que lo siguieron por radio, televisión o en persona en el estadio. El juego fue digno de dos colosos que entregaron todo. Cualquiera de los dos merecía ganar.
Pero lo que mantuvo a todos en la orilla de su asiento, no fueron las jugadas ni la destreza de los jugadores; lo más sobresaliente fue el suspenso y la incertidumbre de lo que vendría. No quedaron apaciguados hasta que conocieron el final. No podían ni distraerse, pues no querían perder nada de lo que estaba sucediendo en la cancha. No conocían el final y deseaban conocerlo pronto.
¿No es esto lo que pasa con nosotros cuando aparentemente Dios no parece cercano y no nos responde con la rapidez que deseamos? Isaías 8:17 dice: “El Señor ha escondido su rostro del pueblo…pero yo esperaré en Él, pues en Él tengo puesta mi esperanza” (NVI). Esta es la actitud correcta al estar frente a un muro de desesperanza y desesperación.
¿Has sentido alguna vez que todos tus sentimientos espirituales han desaparecido? Oras, pero nada sucede. 
V. Raymond Edman escribió: “Nunca dudes en la oscuridad, de lo que Dios te dijo en la luz.” Tú no tienes que cruzar los dedos, temblar de nervios, sudar o vivir en zozobra. Deja eso a que los que siguen su juego por radio, televisión o en persona. Tú debes de confiar en las promesas de Dios y aceptar lo que Él te envíe, pues siempre será lo mejor. Él no está distante; confía en Él y cree que siempre está a tu lado. Hebreos 13:5 dice: “…no te dejaré ni te desampararé” Déjale el resultado final a Él. No te afanes.
