Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Disciplina y Lamento – Vocero Domingo 10 de Septiembre

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“No menosprecies, hijo mío, el castigo del Señor, ni te fatigues de su corrección; porque el Señor al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (Prv. 3:11-12)

La Palabra “disciplina” no siempre se refiere a un castigo; tiene la misma raíz que la palabra “discípulo” y puede significar enseñanza, instrucción o reglamentación. Se habla de personas disciplinadas y no se considera que sean castigadas; más bien son ordenadas, como Dios que es un Dios de orden y desea que sus hijos sean igual.

1 Samuel 15 nos presenta un magnífico ejemplo de una disciplina (castigo) que produjo lamento y tristeza tanto en el corazón de Dios como en el Profeta (v.35) y en el rey Saúl. Dios había dado órdenes explícitas de lo que el Rey Saúl y sus soldados deberían hacer con los Amalecitas, pero ellos desobedecieron e hicieron lo opuesto.

Las disculpas, el reconocimiento del pecado, y las intenciones de lo que harían según sus planes, no bastaron para opacar su desobediencia. Saúl perdió su reino y terminó en desastre y fracaso, si tan sólo hubiera comprendido y seguido las instrucciones divinas, otro hubiera sido el final.

El Profeta resume los acontecimientos con las palabras del versículo 22: “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, cómo en que se obedezca a Sus palabras? Ciertamente el OBEDECER es mejor que los sacrificios y prestar atención que la grosura de los carneros”.

La desobediencia de Saúl fue considerada como una rebelión e idolatría y tuvo que ser disciplinado.

Aprendamos a obedecer y ser disciplinados (ordenados) para que el lamento y la tristeza no y tengamos que ser disciplinados (castigados).

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Categories: El Vocero