Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Día Nacional de Oración

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El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el pasado domingo 3 de septiembre como “Día Nacional de Oración” por los afectados por el huracán Harvey (categoría 4), quien en su paso por Texas dejó una estela de destrucción y muerte increíbles. “No sé cuándo se hizo esto por última vez, pero fue hace mucho tiempo”, dijo Trump.

“Desde el principio nuestra nación se ha unido en oración durante los tiempos de necesidad. Hago un llamado a todos los estadounidenses para que nos unamos en oración…para apoyar a quienes están sufriendo las consecuencias de esta terrible tormenta”

Los líderes de la Cruz Roja, el Ejército de Salvación y otras organizaciones religiosas rodearon en oración al magnate, mientras él firmó una proclamación invitando a todo el país a unirse en oración por aquellos que han sufrido y perdido todo en estos momentos de crisis. El número de muertos se calcula en 46, pero las pérdidas materiales alcanzaron cifras incalculables. Toca ahora extender este Día de Oración por la pronta visita del huracán Irma que alcanzó la categoría 5, ya afectó a las Islas del Caribe y se dirige rumbo a la Florida.

Este deseo y declaración del presidente Trump nos recuerda la experiencia de Inglaterra durante la segunda guerra mundial. Fue Winston Churchill, quien al saber del ataque inminente de la fuerza aérea Alemana, invitó a todos los ingleses a orar para que Dios hiciera un milagro y evitara la destrucción y muerte que se avecinaban. Dios respondió, y por una razón inexplicable, los aviones alemanes dieron vuelta y regresaron sin arrojar una sola bomba sobre Londres y otras ciudades vecinas.

La promesa de 2 Crónicas 7:14 se hizo una realidad ante los ojos de aquel país necesitado de la intervención divina. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y ORAREN, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”

El país del norte tiene que aprender esa lección y practicar no sólo la oración sino considerar sus caminos y ejemplo negativos que han influido en el mundo entero a través de su música, literatura, películas, modas, medios de comunicación y vidas entregadas a las adicciones y maldad. Las palabras del sacerdote en tiempos del rey Saúl son para nosotros hoy en día también: “Acerquémonos aquí a Dios”. (1 Samuel 14:36)

Dios está atento a nuestras necesidades y las conoce, pero espera que nosotros reconozcamos y le manifestemos nuestra impotencia ante ellas y la urgente dependencia que tenemos de Él.

No esperemos una catástrofe o un huracán para buscar su rostro. Su oído está atento a nuestro clamor cada día de nuestra vida. (Isaías 59:1-2) “He aquí no se ha acortado la mano del Señor para salvar, ni su oído se ha agravado para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios”

 

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