Iglesia Bíblica Torre Fuerte

¿Lo hago o no lo hago?

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Los hechos ocurridos en los primeros días del año presente (2017) en la República Mexicana causaron una fuerte impresión en la vida del creyente.

Lo jóvenes fueron invadidos con mensajes de protesta, e invitados a tomar una acción participativa en la iniciativa contra el gasolinazo. Pero, el descontrol y la euforia controlada por grupos sin moral ocasionaron saqueos y violencia en varios puntos de las ciudades en México.

La pregunta que surge a continuación es: ¿Lo hago o no lo hago? El desconocimiento y la falta de información son factores que afectan nuestra decisión. Aunado a esto, la presión grupal de nuestra sociedad y núcleo de amistades también nos forzán a tomar decisiones precipitadas. Y cuando menos nos damos cuenta, estamos enredados en situaciones comprometedoras y desagradables. Por lo mismo, es necesario tener presente principios bíblicos para saber tomar la decisión correcta.

En el Antiguo Testamento se ve a muchos profetas amonestando a su gobierno por sus malas decisiones. A Samuel contra Saúl (1 Samuel 15), a Natán contra David (2 Samuel 12), a Elías contra Ocozías (2Reyes 1). Estos son ejemplos de cómo Dios utiliza a personas en medio de conflictos y malas decisiones de gobernantes para ayudar a su pueblo y darle esperanza. Ahora ¿Qué de nosotros?. Es cierto, como pueblo de Dios debemos de orar e interceder por las personas; pero activamente debemos de ser ese profeta que en medio de malas decisiones, en medio de problemas, en medio de un ambiente hostil, en medio de saqueos y vandalismos; dar esperanza al pueblo y permite que se acerquen a Dios es el deber de cada uno de nosotros.

Como hijos de Dios, no importa la situación en la que te encuentres y la finalidad con que realices las acciones, debes de hacer la diferencia en la sociedad. No puedes comportarte como el montón, no puedes ir en contra del gobierno el cual puso Dios ahí de antemano, y al mismo tiempo decir que crees en Él. Tu responsabilidad está en ser la persona coherente y sensata como hijo de Dios; y así como lo hicieron los profetas: declarar las verdades de Dios a la personas para que estas regresen la mirada y su esperanza en la providencia de nuestro Padre Celestial.

Seamos un factor de cambio y esperanza; y no un factor de perdición y descontrol ¡Esta en tus manos!

Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
1Pedro 2:9

 

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Categories: Blog, Iglesia, Jóvenes