Iglesia Bíblica Torre Fuerte

¿Porqué nos sentimos tan agotados?

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El agotamiento es el resultado inevitable de las presiones que experimentamos.

El agotamiento que afecta a muchos matrimonios se debe más a la falta de descanso, que a la cantidad de trabajo que tengan o a las actividades en las cuales están involucrados. Nuestras vidas a veces están tan ocupadas, deberes diarios, horarios de trabajo, responsabilidades en la iglesia el hogar.
El agotamiento presiona a muchos matrimonios el día de hoy. Las palabras cansado, acabado, exhausto y gastado son palabras muy comunes en nuestra sociedad tan móvil y rápida.

Tres preguntas que debemos considerar:
1.- ¿Cómo sabe usted si su cónyuge se siente cansado?
2.- En qué manera ha afectado el agotamiento la calidad de su matrimonio?
3.- ¿Qué hábitos o rutinas han establecido como pareja para protegerse del agotamiento?

Es muy fácil caer en lo rutinario dentro del matrimonio y empezar a sentir agotamiento y falta de sentido en nuestra relación con nuestro cónyuge.
Tres medicinas que nos ayudaran a vencer la rutina y el agotamiento en nuestra vida matrimonial:
1.- Enfocarte de nuevo. Si no tenemos un sentido claro de dirección, la vida tiene poco significado. Usted corre de actividad a otra y termina sintiendo que está simplemente llenando el tiempo en vez de estar logrando algo importante.
Siempre debemos recordar como eran nuestras vidas antes de recibir a Cristo. Pero tal vez hoy en día nos encontramos en la misma línea de inicio, es tiempo de cambiar.
Tómese un tiempo para preguntarse ¿donde están ahorita y que los llevo a ese lugar?.
2.- Arrepentimiento. Hemos permitido tantas cosas en nuestros matrimonios que nuestros corazones están tan cansados y dañados por el pecado. Hemos dejado nuestro tiempo con Dios, nuestras prioridades han cambiado ya Dios dejo de tomar el control de nuestros matrimonios. Empezamos a manejar un concepto equivocado de lo que es el pecado y lo vemos tan normal en nuestras vidas, damos paso al engaño, la mentira y nos hacemos permisivos ignorando la voz de Dios y su propósito en el matrimonio.
Nos empezamos a culpar el uno al otro sin buscar las soluciones a nuestras vidas y reconocer que nos hemos alejado de la verdad de Dios. Por eso es necesario reconocer pero también arrepentirse y buscar la ayuda necesaria.
3.- Buscar alivio. La mejor manera de restaurar una relación deteriorada es buscar la presencia de Dios, y reconocer que solo Él puede arreglar nuestras vidas. En 1 Pedro 5:7 nos dice: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. Debemos reconocer que el matrimonio no funciona sin Dios, pues Él lo instituyo y nos dio principios a seguir para que este se mantenga en frescura y en vigor.

Así que todo matrimonio se ve presionado por el agotamiento. Pero el cansancio innecesario le roba a la pareja la vida y energía diseñadas para disfrutarse en el matrimonio.
¿Dónde perdiste el propósito de tu matrimonio?
¿Qué es la prioridad con tu cónyuge?
¿Estás disfrutando tu relación cada día?
Analiza que te ha llevado ahí y vuelve al propósito de Dios.
Y recuerda “Nada produce más agotamiento que vivir la vida sin rumbo alguno”.

Dios bendiga tu vida.

 

RoberoZamora- blog

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