Suplir la Necesidad
Posted on 7 July, 2016 by Ramón Altamirano No comments
En nuestra vida, dependiendo de la edad, tenemos necesidades de suplir algo. La necesidad para el joven de suplir el sentido de pertenencia es fundamental. Este sentido de pertenencia va mucho más allá de solo ser parte de un grupo afín. El sentido de pertenencia implica toda una identificación personal, el crear un vínculo, el cometer los mismos errores, la afinidad por las mismas cosas, el compartir hábitos, el crear normas. Todo esto se tilda cuando mayor sea el lazo de afectividad.
Los jóvenes necesitan pertenecer a un grupo fuera de lo familiar, necesitan un espacio donde se sientan con la libertad de ser ellos mismos, necesitan esa libertad y aceptación por parte de otras personas. Hace tiempo, un amigo sordomudo compartió el oscuro pasado de su vida, nos comentó que por su condición siempre se vio afectado y marginado por la sociedad, llevaba la “etiqueta de rechazado”; pero cierto día, llegó a los pies de los mareros (pandillas de crimen organizado en Centroamérica) y ellos lo aceptaron. Con el tiempo le pedían que asaltara, que se drogara e incluso que asesinara, comentó que todo lo que le pedían los mareros él lo hacía con gusto por el simple hecho de que pertenecía a ellos y ellos lo aceptaron.
En el capítulo 2 del libro de los Hechos, Lucas nos narra como la Iglesia tenía un sentido de pertenencia admirable (v. 42-47) y hoy en día tiene que ser lo mismo. El grupo de jóvenes de la Iglesia local debe de suplir ese sentido de pertenencia, si no, otro grupo lo hará. Y como aquel joven sordomudo, tú, joven, podrías llegar a tener consecuencias desastrosas. El camino del joven no es fácil en esta época. Todo lo tiene al alance de la mano, pero aun así, necesita ser aceptado para suplir su sentido de pertenencia. Recuerda que Dios te acepta tal y como eres; aún más, te ha dado la dicha de pertenecer a su pueblo:
1 Pedro 2:9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
