Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Una Tea Encendida en la Cancha

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Steph Curry siempre ha sido una luz que brilla en la oscuridad. Los entrenadores y los medios de comunicación han comentado que hay algo en sus hábitos y conducta que lo hace diferente a todos los demás.

Curry, jugador estrella del basquetbol, pertenece a los Warriors (Golden State). Nació en Charlotte, N.C. y mide 6´3, dejando que cada pulgada honre a su Dios y a Jesucristo su Salvador en el lugar donde ha sido puesto. Siempre entra a la cancha con su Biblia bajo el brazo, mostrando así que su propósito en el juego no es tratar de anotar 30 puntos sino dar la gloria a Dios; por eso a menudo levanta su dedo índice señalando que la gloria no le pertenece a él sino a Dios que lo hace triunfar.

Es muy firme en sus convicciones espirituales. De niño recibió la enseñanza cristiana de sus padres y cada día antes de salir para la escuela participaba en el tiempo devocional familiar. La marca de los zapatos que llevan su nombre se distinguen por el texto en la orilla de la suela: “Todo lo puedo.” Filipenses 4:13 es su texto favorito.

En una entrevista dijo: “El éxito no es un accidente sino el resultado de una decisión”. Usted puede ser un atleta exitoso o un jugador mediocre y fracasado. Todo depende si juega para sí mismo o para la gloria de Dios. Él reconoce de donde viene su talento para jugar como lo hace y su deseo en glorificar a Dios en cada juego en que participa.

Gracias a Dios por los muchos atletas cristianos que dan testimonio de su fe ante sus compañeros y público en general sin temor a la burla o de ser criticados. El texto impreso en la orilla de la suela de los zapatos que llevan su nombre (“Todo lo puedo”) indica que él reconoce de donde viene él éxito de su vida y juego. Es “Cristo quien lo fortalece” y testifica que “no se avergüenza, del evangelio pues es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Dios ha confirmado que “los que miraron a Él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados” (Salmo 34:5) Curry puede asegurar como el Apóstol Pablo en Filipenses 1:20 – “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte” (Filipenses 1:20)

 

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