El Tiempo
Posted on 26 November, 2016 by René Preza G. No comments
El tiempo es algo intangible que ha llamado la atención a la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Ya en el libro de Eclesiastés sabiamente dice que hay un tiempo para todo, tiempo para trabajar y tiempo para descansar, tiempo para reír y tiempo para llorar.
Es muy cierto. Sin embargo, ¿cómo puedo sacar el mejor provecho de este recurso no renovable y que parece y sentimos que lo tendremos para siempre?
No es fácil. Hoy en día hay cursos, aunque pocos, sobre cómo administrar el tiempo. Y es que en el pasado en tiempos remotos y no hace mucho en el mundo entero, el tiempo era algo que teníamos de sobra.
La gente solía descansar apaciblemente en el umbral de sus casas, sacaban sus sillas o equipajes y todos los días tenían tiempo para ver el atardecer amen de tener una charla agradable con familiares y vecinos.
Esto ya no se acostumbra en las ciudades, tal vez en algunos pueblos de nuestro país, todavía lo acostumbran.
El gran poeta Renato Leduc escribió la oda del tiempo que posteriormente pusieron música y dice:
“Sabia virtud de conocer el tiempo
a tiempo amar y separarse a tiempo
como dice el refrán:
dar tiempo al tiempo
que de amor y dolor
alivia. el tiempo”.
El gran físico Alemán premio Nobel de física Albert Einstein en su teoría de la relatividad general expresa que el tiempo es la cuarta dimensión y que éste se contrae en función de la velocidad de la luz y de las posiciones de los observadores.
Pero tenemos también el tiempo de Dios, que nos es fácil de aprender, pero que la Biblia menciona reiteradamente.
Pablo dice en Efesios 5:16 “Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.
La epístola de Pedro menciona: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.”
Los tres tipos de tiempo son:
Aión. El tiempo de Dios que sólo Él conoce.
Kairos. El tiempo en su oportunidad.
Cronos. El tiempo en su discurrir como lo conocemos.
Pero el Kairos, es el tiempo que podemos aprovechar en su oportunidad.
Esto nos lleva a que hay que hacer lo que es correcto, correctamente en el tiempo correcto. No antes ni después.
Asimismo, es aprovechar el tiempo en su oportunidad. Es decir, si hoy tengo que hacer esto o aquello, lo debo hacer, porque de lo contrario, me costará más hacerlo después o dejaré de hacer algo más importante después por atender lo que no atendí oportunamente.
Ahora, hacer las cosas en el tiempo correcto nos desarrolla la conciencia clara de lo que estamos haciendo, ese es el tiempo de Dios, el tiempo que conscientemente empleamos para vivir y actuar.
Quien esto hace, vive en conciencia y el paso de los años únicamente le dan mayor gusto y satisfacción. Quien no hace esto, vive el tiempo de manera dispendiosa e indisciplinadamente, y por lo tanto de manera inconsciente y al paso de los años siente una gran melancolía por los años pasados en vano. Siente que el tiempo se le fue como agua entre e los dedos y la vida no le permitió hacer todo lo que le hubiese gustado hacer.
Aprendamos a aprovechar el tiempo en su oportunidad y entonces estaremos viviendo en en el tiempo de Dios, que es el tiempo de la eternidad.
Bendiciones
Paz.
