Una Mente Libre
Posted on 20 September, 2016 by Ramón Altamirano No comments
El pensamiento humano funciona en base a la mente, la cual crea productos o los genera. Lo complicado de esto es que la mente lo genera en base a lo que ella tiene en su interior ¿Le ha pasado que durante la noche sueña con algo similar a lo que vivió en el día? Esto es porque en su mente se quedan alojados recuerdos o experiencias, lo que conocemos como memoria. Al estar descansando o durmiendo la mente nos trae el recuerdo de las cosas que fueron de impacto a nosotros: ya sean momentos felices, tristes, un susto, una pelea, o lo que sea. Y esto, hace que técnicamente vivamos, una vez más, estas situaciones descritas.
Ahora bien, supongamos que tuviste un día en el cual te la pasaste o lo viviste de lleno en iglesia: 
tomaste un estudio, hiciste devocional, fuiste al grupo de jóvenes, interactuaste de forma directa con la Palabra de Dios. Por lógica, el recuerdo que llegara a tu mente será un momento en el cual este presente Dios. Pero, si fue lo contrario o por lo menos hubo un momento en día en el que tuviste por cualquier situación un contacto o experiencia que te aleja de Dios, o este es desagradable a Dios, tu recuerdo puede ser no tan agradable, y corres riesgo de ser prisionero de aquello que no glorifica a Dios.
Por esta circunstancia es que la Palabra nos enseña en el Salmo 119:9-11 “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” El pecado y el pecar siempre están a la orden, están dispuestos a entrar en nosotros e interrumpir nuestra comunión con Dios. A esto Dios le llama concupiscencia.
La concupiscencia es nuestro propio pensamiento. Y si Dios mismo nos ha dicho que por nuestro pensamiento somos tentados (Stg. 1:14), no alimentemos a este deseo. En Santiago 1:15 dice: “Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” La consecuencia es desastrosa, la misma Palabra nos menciona que podemos morir a causa de esto. El propósito de enseñarte acerca de mantener tu mente limpia es por tu propio bien. Por favor ¡Cuídate! No veas cosas indebidas: la violencia, la pornografía, los chistes malos no te dejaran una mente libre. El tener una mente limpia te ayudará a dar la gloria y honra a Dios. Y sobre todo tendrás una vida libre de hábitos autodestructivos.
