Ante los acontecimientos recientes
Posted on 8 September, 2017 by torrefuertepuebla No comments
En el último mes hemos visto un eclipse total del sol y un huracán llamado Harvey que dejó gravemente afectado, con los fuertes vientos y las inundaciones ocasionadas por las lluvias, una gran parte del sur este del estado de Texas. Quizás algunos de ustedes tienen familiares o amistades viviendo en esa parte del mundo que fueron evacuados de sus casas para salvar sus vidas.
Ayer en México experimentamos el terremoto más fuerte (8.2) en la escala de Richter de los últimos 100 años con su epicentro en la costa del estado de Chiapas. Mañana llega a las costas de Veracruz el huracán Katia y también el estado de la Florida será golpeada por uno de los huracanes más fuertes de los últimos 50 años llamado, Irma. Tengo familiares y amistades que han tenido que salir de sus casas y buscar refugio en preparación para esta tormenta. ¿Qué está pasando? Algunos quizás piensen: ¿será el fin del mundo?
En el Sermón del Monte de los Olivos en Jerusalén, en la última semana antes de su muerte y resurrección, Jesús habló acerca de las señales del fin del mundo. En los tres evangelios sinópticos en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21 Jesús describe una serie de acontecimientos que anuncian que el fin se acerca. En Lucas 21:10-11 explica Jesús que “se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo”. Muchos se preguntarán si estamos cerca de ese día. Sin embargo, Jesús explica que y dice “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36).
Sea esto el principio del fin o no, todos debemos de estar preparados espiritualmente para no ser sorprendidos. Si usted todavía no ha arreglado cuentas con Dios, él le invita y dice: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).
En el caso de nosotros, los hijos de Dios, ¿qué nos toca hacer? Como sus embajadores debemos de aprovechar bien el tiempo que nos queda y las oportunidades que se presentan para cumplir con la gran comisión (Mateo 28:19-20).
Los discípulos de Jesús todavía tenían muchas dudas y preguntas acerca del fin del mundo y continuamente hablaron con Jesús sobre este tema durante los 40 días que el Cristo resucitado estuvo con ellos.
Se nos narra en Hechos 1:6-8 lo siguiente: “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Cuando se quedaron parados viendo la ascensión de Jesús dos ángeles se presentaron y dijeron: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1;11). En otras palabras, ya es hora de ir y servir.
Si hay oportunidad de hacer el bien y de mostrar misericordia y compasión a aquellos sufriendo los efectos de este terremoto o el huracán Katia por venir, seamos generosos con nuestros recursos y tiempo. (Mateo 25:40)
Recordemos siempre durante estos tiempos de huracanes y terremotos las palabras del Salmo 46:1-3: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza”.
Pastor Arturo Muro
