Son parte de la Vida II
Posted on 9 July, 2016 by torrefuertepuebla No comments
¿Por qué a mí?
Las desgracias son invitadas inesperadas e indeseables. Generalmente llegan provocando caos, inestabilidad e inquietud. Por eso queremos borrarlas de nuestro escenario, sin embargo, aparecen sin avisar, como ortigas venenosas que traen infelicidad.
¿Tienen entones algún propósito? ¿Podríamos considerarlas como parte del plan de Dios? Aunque mucho nos duela, la respuesta es sí. La Biblia nos muestra innumerables ejemplos de personajes sufrientes, Cristo por ejemplo, el que “sufrió por nuestros pecados”; Pablo, quien tuvo “un enviado de Satanás que lo atormentó” y que le enseño a vivir en la gracia divina por medio del dolor; Job, que “al final” vio a Dios. Todos ellos en medio del sufrimiento.
Dos autores bíblicos señalas “el por qué” de las tormentas en la vida, Santiago cuando escribe: “2Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Stgo. 1:2-4). El otro, Pablo, que escribió: ” 3Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” (Ro. 5:3-5)
Si sumamos estos dos textos, la respuesta a la pregunta “por qué a mí” será: Porque Dios quiere producir en ti las virtudes que te harán perfecto. Por qué Dios quiere producir en ti un carácter tan perfecto que te permita admirar y entender Su sabia grandeza.
Al final de su sufrimiento Job escribió: “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven” (Job 42.5). El sufrimiento te permite ver a Dios, no como otros lo ven, sino como una experiencia personal y única que te llevará a niveles divinos de perfección.
