Iglesia Bíblica Torre Fuerte

4 principios financieros para prestar

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Muchas veces nos cuesta trabajo, decir que NO a un favor que nos pide algún amigo o familiar y más cuando se trata de dinero.

Sin embargo, es muy importante que consideremos estos 4 principios los cuales nos van a ayudar a no sentirnos mal y a no comprometer nuestro patrimonio o muchas veces hasta nuestra reputación.
1. Presta lo que no te ocasione un problema financiero
2. Presta lo que no te implique ir a pedirlo de vuelta una y otra vez
3. Nunca niegues un préstamo que puedas hacer
4. Perdona a quien no te lo pueda regresar

Supongamos que tu hermano o un amigo te pide $1,000, cantidad que tienes dispuesta para pagar otros compromisos que no urgen. En este caso, podrías prestar cierta cantidad, por ejemplo, $100 ó $200 que sabes que tú podrás recuperar rápidamente y no te ocasionará problemas financieros; que es una cantidad por la cual no vas a pedírsela de vuelta, una y otra vez y que es un monto el cual podrías perdonar en caso que no te lo pudieran regresar.

Recordemos los principios que Dios nos da en su palabra:
Proverbios 11:15 Nueva Traducción Viviente (NTV)

15 Es peligroso dar garantía por la deuda de un desconocido;
es más seguro no ser fiador de nadie.

Gálatas 5 Dios Habla Hoy (DHH)

Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.

Proverbios 22:7Reina-Valera 1960 (RVR1960)

7 El rico se enseñorea de los pobres,
Y el que toma prestado es siervo del que presta.

Proverbios 3:27Nueva Versión Internacional (NVI)

27 No niegues un favor a quien te lo pida
si en tu mano está el otorgarlo.

Mateo 18:21-22La Biblia de las Américas (LBLA)

21 Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?
22 Jesús le dijo*: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Recordemos que sólo somos administradores y que algún día estaremos en la presencia de Dios, rindiendo cuentas de todos los recursos económicos, talentos y dones él nos dio.

 

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