Iglesia Bíblica Torre Fuerte

El aceite que te falta

  Posted on   by   No comments

¿Se han puesto a pensar que nuestra relación financiera con Dios tiene que ver con la parábola de las diez vírgenes que menciona Mateo 25?

Mateo 25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. 2 Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes. 3 Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, 4 pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas. 5 Al tardarse el novio, a todas les dio sueño y se durmieron. 6 Pero a medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.” 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. 8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan.” 9 Pero las prudentes respondieron, diciendo: “No, no sea que no haya suficiente para nosotras y para vosotras; id más bien a los que venden y comprad para vosotras.” 10 Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. 11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos.” 12 Pero respondiendo él, dijo: “En verdad os digo que no os conozco.” 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora. (LBLA)

¿Qué tipo de aceite financiero le falta a tu lámpara para que nunca se apague, haya de sobra y tengas lista para el día que Dios te pida cuentas de todos los talentos, dones y recursos económicos que te ha dado?

Te falta:
¿Aceite de la generosidad? porque te cuesta trabajo dar sin recibir a cambio un beneficio…

¿Aceite del Ahorro? porque gastas todo lo que generas…

¿Aceite de la inversión? porque lo que recibes, no lo multiplicas…

¿Aceite de la honestidad para quienes les debes? porque no pagas lo que debes…

¿Aceite de la honradez para quienes compran la mercancía que vendes o el servicio que ofreces? Porque cobras por un trabajo mal hecho…

¿Aceite de la compasión para dar al pobre, al huérfano o a la viuda? Porque con tanto trabajo, no te has dado tiempo de visitar a tu familiar o amigo enfermo, viudo o huérfano…

Recuerda que NO ERES DUEÑO de nada, ¡sólo administrador! y un día, Dios te pedirá cuentas de todo lo que te ha dado.

 

Si esta publicación te gustó, compártela con tus amigos!Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter