Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Fruto Financiero

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“Un sembrador salió a sembrar.  Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron.  Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda;  pero, cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron.  Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron.  Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado.  El que tenga oídos, que oiga” (Mateo 13.3-9 NVI)

En esta parábola tenemos que el sembrador es Dios, la semilla es su palabra y la tierra es la disposición del corazón por entender y hacer la voluntad de Dios.

Relacionando esta parábola con los frutos financieros tenemos lo siguiente:

1. Las semillas que se comen los pájaros son aquellos que no entienden la palabra de Dios, y por lo tanto el diablo se la lleva con todo y sus bendiciones.
Te has preguntado, que si Dios es el dueño del oro y la plata y tú el administrador, ¿cómo podrías ser mejor administrador? ¿Cuáles son los principios financieros bíblicos que debes aprender para que Dios bendiga el fruto de todo lo que haces?

2. Las semillas que caen en piedras. Son todos los inconstantes. Inicialmente se emocionan pero no perseveran.
¿Cuántas veces has intentado ahorrar y no puedes porque te gastas todo?

3. Las semillas que caen en espinos y con el tiempo se secan porque los placeres de la vida y la avaricia los sofocan.
¿Qué propósito tiene el dinero acumulado que guardas? ¿A quién le sirve? ¿A Dios, a ti o al diablo?

4. Las semillas que caen en tierra fértil y dan fruto al 30, 60 y 100 porciento.
Sabías que el tema del “dinero”, es el segundo del que más habla la biblia porque el primero, es el amor. ¿Cuántos principios financieros conoces y cuantos aplicas a tu vida? ¿Provees para los tuyos, diezmas, llevas un control de gastos, ahorras, tienes un fondo de emergencias, el dinero que ganas, lo multiplicas y lo compartes?

¿Qué te falta hacer para que en lugar de dar un fruto financiero del 30, lo des del 60 o del 100 por ciento?

En una predicación que escuche, el pastor preguntaba: Si Dios condicionara el pase al cielo, de acuerdo a lo buen mayordomos que hubiéramos sido, ¿entraríamos?

¿Nuestras decisiones económicas se basan en dale de comer al hambriento, agua al sediento, alojamiento al forastero, ropa al desnudo, medicinas al enfermo y atención al encarcelado?

 

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