Iglesia Bíblica Torre Fuerte

Lluvias azotan Sur de la Ciudad de México

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Parece que los cielos se abrieron para finalizar el pasado mes de mayo, afectando vialidades, viviendas, automóviles, 46 árboles, servicio de transporte público, periférico y hasta provocando enfermedades entre los ciudadanos.

El daño fue en cuestión de minutos dejando inundaciones en vialidades primarias y en 41 colonias de Tlalpan, Xochimilco, Coyoacán y Álvaro Obregón como las más afectadas. Fue una de las más fuertes lluvias en los últimos 17 años. A través del 911 se recibieron más de 800 llamadas pidiendo ayuda ante las afectaciones.

Se han tomado medidas de precaución y se han dado recomendaciones a los ciudadanos al conducir. Lo triste es reconocer que el 50% de las inundaciones son debido a la falta de cuidado y educación de parte de la ciudadanía. Diariamente la capital genera 13,000 toneladas de basura y más del 15% se tira a las calles y obstruyen el drenaje.

“Estamos viviendo los efectos del cambio climático, por lo que es necesario que todos hagamos conciencia en el tema de la basura y el cuidado del medio ambiente”

Cuando el Señor Jesús dialogó con la mujer Samaritana junto al pozo de Jacob, (Juan 4), Él se presentó como el que podía darle no sólo el agua material sino el agua espiritual que podía satisfacer y saciar la sed de su alma para siempre.

Hoy en día hay muchos seres que viven en desiertos espirituales y no han probado el agua de Dios que puede aplacar su sed para siempre. Él dijo: “Cualquiera que bebiere de esta agua (la del pozo) volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:13-14) Dios quiere que Su río de bendiciones y satisfacción corra en los corazones necesitados y aplaque esa sed que debilita, desanima y no satisface.

Así como en la ciudad de México, en tiempo de lluvias, el agua no puede correr con libertad y causa estancamientos, inundaciones y todo se convierte en un verdadero caos, también en la vida del ser humano hay efectos causados por la mucha basura que debe y puede quitarse.

Cuando Nehemías construía el muro de Jerusalén (Nehemías 4:10) dijo Judá: “Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado y el escombro es mucho y no podemos edificar el muro” ¿Es esa su condición? ¿Sus fuerzas se han debilitado ante tanto escombro (basura) y no puede edificar como quisiera?.

Deje que el Señor limpie su corazón, saque toda la impureza y lo llene de gozo, paz y seguridad de perdón y vida eterna. Confiese a Él su necesidad y Él le perdonará y limpiará de todo pecado (I Juan 1:9) y dejará que Su agua espiritual salte para vida y experimente el continuo fluir del agua divina que sí trae plenitud de gozo y delicias para siempre. (Salmo 16:11)

 

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