La Disposición de Aprender
Posted on 23 March, 2017 by Ramón Altamirano No comments
En esta época en la que se piensa que los valores humanos, así como la ética y la moral, se cree están por los suelos. Es necesario pensar también en la disposición para valorar a los semejante como superiores a nosotros, estimando su valor como personas.
La soberbia es un gran obstáculo en nuestro proceso para valorar a las personas, cuando nos creemos los sábelo todo, cuando pensamos que estamos por encima de todos, nuestra capacidad para aprender se ve fuertemente mermada. Esta soberbia aparece por el hecho de pensar que como tenemos más preparación, tenemos más títulos académicos, tenemos más edad, tenemos más posibilidades económicas, tenemos más y mejores contactos en la vida, por todo esto es que somos mejores a los demás.
¿Qué me puede enseñar él? Esta declaración la he escuchado un sin fin de veces. Y sin embargo, sigo pensado y estoy seguro que es totalmente errónea. Cuando nos engañamos al creer esto, no solo estamos despreciando a nuestro prójimo, sino que despreciamos una gran oportunidad para aprender y superarnos como personas. Y como ejemplo de esto tenemos a Salomón en 1 Reyes 3 nos cuenta como el Rey de Israel tiene la visita de Dios, y al preguntarle qué quería de parte de Él, Salomón contesta “sabiduría”, para saber guiar a su pueblo.
En este punto de la vida de Salomón, si lo comparamos con los estándares que pide nuestra sociedad hoy en día, sería un ejemplo a seguir en cuestión de grandes metas para nuestra vida. Tiene el mejor titulo de su pueblo, es Rey; tiene un sin fin de recursos económicos, materiales y naturales; posee un fuerte ejercito; y a pesar de todo esto, su corazón no se envaneces y entiende la gran posibilidad que tiene a su alcance para crecer en sabiduría, gracia y poder con solo tener la disposición para aprender.
Salomón ya lo poseía todo, humanamente hablando. Aun así, se da cuenta que no por ser más o ser el hombre más poderoso de todo el pueblo, ya lo sabría todo. Entiende que tiene una gran responsabilidad, y en esa responsabilidad se topará con circunstancias desconocidas y problemas de toda índole. Él comprende en su corazón que no lo sabe todo y esta con la mejor disposición para aprenderlo.
Lo más seguro es que nosotros no tengamos esta oportunidad de aprender de la forma que lo hizo Salomón, pero si estamos dispuestos para aprender en todo momento, de cualquier circunstancias y de cualquier persona, tal vez no lleguemos al conocimiento de Salomón, pero día a día al paso que aprendamos seremos mejores personas y cada vez la sabiduría expresada por nuestras acciones y decisiones dará la gloria a Dios.
Pero ¡Estemos dispuestos a aprender!
