Buscando a Dory
Posted on 23 July, 2016 by René Preza G. No comments
Hace unos días fui con unos amigos a ver la película “Buscando a Dory”. Confieso que tenía muchos años que no veía una película de dibujos animados, pero ahora que pronto seré abuelo y se presentó la oportunidad de asistir al cine con unos amigos muy queridos y sus dos hijos pequeños, me pareció oportuno intentar disfrutar este tipo de películas.Buscando a Dory en general se centra en el pez Dory, que hará un viaje para reunirse con sus padres. En el camino, ella es capturada y llevada a un acuario público de California, donde Marlin y Nemo intentan rescatarla.
Pero Dory tiene una limitación, su memoria de “corto plazo” no le funciona bien por lo que tiene que valerse de los medios y recursos que tiene a su alcance. Por lo mismo desarrolla una habilidad e inteligencia superior, en cada situación difícil encontrar la mejor manera con los medios, recursos y ayuda de otros para salir adelante.
Tan es así que, incluso, se repite reiteradamente la frase:
“¿Qué haría Dory?” Para buscar y encontrar la mejor manera de resolver cualquier dificultad que se le presente.
Canta una canción que dice: “Nadaremos, nadaremos, en el mar, en el mar, en el mar”.
Y esto me parece simboliza que en el mar de dificultades y oportunidades muchas veces nadaremos y avanzaremos y otras veces “nada-haremos”.
Dory esta perdida y quiere regresar a casa, pero su memoria de corto plazo le impide recordar el camino de regreso.
Durante el progreso de la película Dory cita la frase del Doctor Rodolfo Neri Vela qué dice: “Hay que rescatar, rehabilitar y liberar”.
Sin embargo, tiene “flashbacks” o memoria en retrospectiva de su amor parental primigenio: el amor y cariño de sus padres.
Este amor a través de estos “flashbacks” la van guiando poco a poco hacia su casa. Al final regresa a su casa y se reúne con sus padres y amigos en una familia total. Final Feliz.
No pude, al ver esta película, dejar de hacer una analogía con la palabra de Dios y el plan de salvación.
Veamos:
Todos tenemos al igual que Dory una o muchas limitaciones que no nos permiten regresar a nuestra fuente de amor primigenia: Dios.
Vamos por la vida haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos y somos, y muchas veces nos perdemos en el mar del dolor, de la amargura, de la inseguridad y de la soledad e impotencia. Hay veces que nadaremos y tendremos que seguir contra viento y marea en el caos del mar y hay veces en que nada-haremos y tendremos que esperar.
Mas en el fondo algo nos conecta mediante “flashbacks” con nuestra fuente primaria. La palabra de Dios nos rescata, nos rehabilita y nos libera. Ese es el plan de salvación.
Al igual que la frase: “¿Qué haría Dory?” para salir de una situación embarazosa, conocemos la frase: “¿Que haría Jesús?” para tratar de decidir conforme a su voluntad y conforme a su modelo.
No sé si el autor de la película hace esto a propósito o bien son principios y valores arraigados en la cultura, pero como sea podemos disfrutar de esta película en compañía de los niños que tengamos.
Al salir del cine uno de los niños comentó: “Lo qué más me gustó de la película es cuando Dory se entristece en el mar oscuro, pero luego sale y llega a su casa”.